Metanaturalismo y Epistemología Situada
METANATURALISMO Y EPISTEMOLOGÍA SITUADA
Problematización al estatus del incesto según Levi-Strauss
Discusión metanaturalista al estructuralismo de Levi-Strauss, a través de la revisión del fenómeno del matrimonio entre primos cruzados como expresión emergente persistente, y refutación de la necesidad lógica de una categorización universal de las prohibiciones del incesto como comprobación de una estructura elemental del parentesco.
En la tensión macro-histórica y de tiempo profundo que delimita las alianzas entre clanes, una forma que emerge como dominante es la de matrimonio entre primxs cruzadxs. Propongo verlo con el lente evolutivo: todo clan que permitía el matrimonio entre primxs paralelxs dejó de existir por razones estadísticas, dejando como estandarte y caso de estudio a sociedades en donde esto era, precisamente, restringido. La alianza matrimonial en el intercambio de mujeres es, de esta forma, uno de los caminos por el que se va consolidando de forma negativa la mantención del clan. Dicho de otra forma, entregar mujeres para seguir existiendo como clan puede sonar contraproducente debido a que se están dejando ir personas pertenecientes al grupo, pero sus efectos de devolución contrarrestan esto de forma más o menos rápida, evitando la implosión del grupo que puede causar la escasez de uno de los dos sexos. En este mismo sentido, en el que pretende mantener un número parejo de bio-hombres y bio-mujeres en el clan, es en el que se inserta la tendencia a privilegiar matrimonios entre primxs. El matrimonio entre primxs solidifica al grupo. La familia se mantiene estable a través de los matrimonios entre sus propixs miembrxs, primero, la familia evita extinguirse convirtiéndose en mono-sexual—a través del zig-zag reproductivo que invoca la prohibición de desposar a la hija de la hermana de la madre, por ejemplo—segundo, y el clan mantiene un crecimiento sostenido de integrantes a través de las alianzas matrimoniales, tercero. Estos tres pilares están regidos por un principio elemental: la prohibición de ciertos matrimonios, es decir, la prohibición del incesto.
La prohibición del incesto parece ser tan universal como los instintos, y al mismo tiempo tan coercitivo como cualquier norma social, y esta presencia tanto en la naturalidad como en la aculturación—la primera por su universalidad y la segunda por su carácter normativo-prescriptivo—sería lo que la eleva a la categoría de estructura elemental de la vida. Pero nos queda preguntarnos si no hay otro instinto canalizado por la cultura. Por qué, por ejemplo, no considerar la alimentación como este tránsito, o el defecar, o quizá el sueño. Para Levi-Strauss la diferencia fundamental radica en la imperativa sociabilización que involucra el hecho de llevar a cabo el acto sexual, y mucho más el matrimonio. El sexo necesariamente fuerza la sociabilización al involucrar por lo menos dos personas para ser considerado tal. Y de esta sociabilización emergen normativas no escritas que delimitan la aceptabilidad de sus prácticas. Las personas quieren tener sexo y reproducirse, pero para eso necesitan a unx otrx. Sin embargo, algunas de las personas fértiles provocan descalabros sociales; luego, emergen prohibiciones, prescripciones y privilegios. Evitar el incesto es, entonces, cultura que rige directamente sobre pulsos biológicos: ni cultura, ni naturaleza, sino la emergencia, quizá, de la humanidad.